- Área: 150000 m²
- Año: 2009
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Fotografías:Leonardo Finotti
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Escuela MOPI se encuentra en un área de Río de Janeiro, que a pesar de ser urbana, es muy arborizada. Su fachada principal da a una avenida con mucho tráfico que conecta las zonas norte y oeste de la ciudad.
El lado opuesto del predio está orientado para la reserva forestal de Tijuaca, más precisamente para la Pedra da Gávea e Pedra Bonita. El predio fue concebido como cuatro volúmenes separados que se conectan por medio de pasarelas de circulación.
La planta del conjunto deriva del predio en forma de "U" con una zona al aire libre que mira las bellas vistas naturales. Los dos volúmenes elípticos que se voltean hacia la avenida contienen salas de aulas, y otras dos en forma de gotas de agua contienen salas de clases complementarias, como arte, ciencias, computación y biblioteca. El hecho de dividir el predio en cuatro volúmenes facilita la circulación de aire y enfriamiento natural de las salas. Como se deja muy en claro las diferentes funciones de cada una, sirviendo como una fuerte referencia visual.
Por motivos de accesibilidad e inclusión de las circulaciones a través de rampas con cierto porcentaje de inclinación. Como son rampas con poca inclinación, consumen mucho espacio, fue adoptada una solución con menos niveles. La cobertura del predio, todavía no completada, será un jardín suspendido como un área ajardinada sirviendo a los objetivos pedagógicos en cuanto a la recreación.
La vista aérea es sensacional. Los vidrios traslúcidos de doble acristalamiento se utiliza como cerramiento de los salones de clases, y con mucha luz natural, sin distraer a los estudiantes.
La fachada principal evoca la omnipresente flora en forma de abstracción de un árbol, y se compone de paneles de cobre pre-oxidado con agujeros micro conectados a una estructura de madera laminada de reforestación (de eucalipto). Esta perforación micro de cobre permite el paso de aire y luz filtrada y mantener fuera la lluvia. Esto permite que un juego de opacidades y la transparencias de la fachada, que durante el día es opaco cuando se ve desde el exterior y semi-transparente cuando se ve desde el interior.
Durante la noche el edificio adquiere una transparencia que permite que el vibrante juego de colores del interior de la escuela atraviese la fachada, dando la impresión de que la construcción es un organismo vivo.